El Eneagrama para educar según el carácter del Alumno

Biel McMillan

Dentro de una aula el profesor puede educar a sus alumnos de maneras muy distintas, pero quizás una de las más interesantes es la de educar desde el carácter de cada uno de los niños o jóvenes que forman parte de un grupo clase.

En los estudios más recientes del funcionamiento de la mente humana se ha visto que cada persona es especialista en alguna cosa y que hay algunas actividades que se le dan bien y otras que no tanto. Dicho en otras palabras, ya no es inteligente aquella persona que saca una puntuación muy alta en un test de inteligencia cognitiva sino que existen múltiples inteligencias en las que una persona puede destacar: lingüística-verbal, lógico-matemática, visual-espacial, kinestésica-corporal, musical, interpersonal y naturalista.

El carácter de una persona se construye aproximadamente hasta los siete años pero a partir de esta edad ya solo se repite aquello que se ha elaborado (aunque eso no implica que el carácter sea invariable con el paso de los años). El carácter no solo está influido por las decisiones personales del individuo y por su entorno, sino que también existe una parte determinada por la genética.

De este modo, podemos usar el conocimiento del carácter como metodología para educar de forma más efectiva a partir de los siete años de edad y existe una herramienta muy potente para hacerlo: el Eneagrama.

El Eneagrama es una propuesta de clasificación de la personalidad en nueve tipos: el reformador, el ayudador, el triunfador, el individualista, el investigador, el leal, el entusiasta, el desafiador y el pacificador.

Cada tipo de personalidad asociada al Eneagrama representa un mapa del inconsciente que revela patrones de comportamiento, pensamiento y sentimiento. Es donde el individuo dedica su atención y su energía.

En el ámbito educativo nos permite no solo conocer mejor al alumno sino que también nos ayuda a potenciar su carácter. Existe mucha información del Eneagrama en libros o Internet (incluso con acceso a tests para ver el tipo de personalidad que se es). Así, como docente, y sobretodo para los tutores, se puede utilizar todo este material de forma más o menos explícita para conocer mejor a nuestros alumnos y sacar lo mejor de ellos.